A través de una campaña registrada en Change.org, la asociación ha conseguido que 71.000 personas les brinden su apoyo en esta extenuante y difícil misión. Y es que en la actualidad, más de un millar de hijos subrogados son tratados como ciudadanos de segunda en España.

Esto se debe a que en nuestro país la subrogación es ilegal. Incluso tenemos ejemplos cercanos en el tiempo y que afectan directamente a la situación de las parejas homosexuales que optan por esta técnica de reproducción para tener descendencia. Una sentencia del Tribunal Supremo sentó jurisprudencia al denegar la inscripción en el Registro Civil como padres de dos niños gestados en un vientre de alquiler a un matrimonio homosexual. 

Como explica la propia petición presentada por 'Son Nuestros Hijos', "cada año nacen cientos de hijos de españoles en el extranjero mediante gestación subrogada. Si prospera el proyecto de Ley de Registro Civil aprobado por el Consejo de Ministros, todos estos niños quedarán en un limbo legal. Sus padres no podrán inscribirlos en el Registro Civil porque esta propuesta de ley no respeta su filiación".

Para acabar con esta situación, es necesario modificar el Registro Civil para permitir la inscripción de los nacidos en el extranjero por gestación subrogada. Y este es el objetivo de la campaña. Que el Ministro de Justicia les escuche y ponga fin a este drama que afecta a tantas familias lgbt. Su reivindicación se ampara también en una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que condenaba a Francia por no reconocer los niños de gestación subrogada en el extranjero ni reconocer su filiación. 

Como decíamos, la práctica del 'vientre de alquiler' no está contemplada en el ordenamiento jurídico español. Pero para Pedro Fuentes, vicepresidente de esta asociación, la sentencia del Tribunal Europeo, dictada en el mes de junio, "va a sentar un precedente histórico" porque "todas las sentencias, leyes, disposiciones administrativas y normas deben regular lo que sea mejor para el niño". En otras palabras, que negarles el acceso al Registro Civil "es un daño porque no se está respetando el derecho a la vida privada del pequeño".

Fuentes sabe bien de lo que habla porque es una situación que está viviendo en su propia familia. El consulado se negó a inscribir a su hijo nacido por gestación subrogada en 2010 y desde entonces busca poner fin a esta injusta discriminación. "Desde ese momento hemos estado batallando. Hace cuatro años empezamos a tener problemas las parejas homosexuales. Nos paralizaban los registros hasta que en octubre de 2010 se abrió una vía legal para el registro, una instrucción del Ministerio de Justicia que ha permitido la inscripción de cientos de niños en estos tres años. Ahora, desde febrero de 2014, directamente se han paralizado absolutamente sin existir una normativa clara y pública", afirma.