Si ser judío practicante en cualquier país del mundo ya es tarea complicada por algunas actitudes antisemitas, ser judío y homosexual es aún una odisea mayor por enfrentarse a una doble discriminación, incluida la que soportan de los sectores más tradicionales de su propia cultura. Para luchar contra todos estos obstáculos y tratar de concienciar a la comunidad judía de la normalidad que supone convivir con una persona homosexual en la familia, la asociación Guimel de voluntarios judíos mexicanos ha lanzado un vídeo titulado "Yo tampoco" para difundir la idea de que "yo tampoco estoy dispuesto a perderme la vida de un ser querido, ni que él se pierda la mía" por su condición sexual.

Esta asociación que busca la inclusión y la no discriminación de las personas LGBT ha decidido realizar este vídeo para tratar con normalidad un tema que en cualquier país y religión es sensible y complejo, pero lo es aún más en una comunidad internacional como la judía que lucha por preservar su identidad y sus tradiciones fomentando el matrimonio entre personas que comparten la religión judía.

Es por eso que, en demasiadas ocasiones, la noticia de la homosexualidad de un hijo genera muchos miedos y tensiones en el seno de unas familias caracterizadas por su conservadurismo y su respeto por las tradiciones, motivos por los que acaban por excluir y exiliar a las personas homosexuales que dan el paso de reconocer su orientación sexual. Un extremo contra el que quieren luchar con esta campaña online a través de la cual quieren poner en valor todo lo que se pierde por no querer aceptar que un familiar sienta y sea de una condición sexual distinta.

Se calcula que en México alrededor de un 7% de las 40.000 personas que conforman la comunidad judía mexicana son "no heterosexuales", lo que supone un alto número de personas, incluidos familiares directos como padres y hermanos, que necesitan asesoría y apoyo para entender y adaptarse a esas nuevas situaciones que se producen en numerosas familias.