Todo empezó con un inocente viaje en coche después de una noche salvaje en la ciudad. El hombre nº 1 se ofreció para llevar a casa al hombre nº 2. Según el segundo, lo siguiente que recuerda es su pene erecto dentro de la boca del primero, “durante cinco minutos y sin haberlo consentido”.

El presunto delito sexual tuvo lugar en Christchurch, Nueva Zelanda, en la madrugada de 19 de mayo de 2012. Las identidades de los dos hombres que aún no se han hecho públicas. Durante el juicio de dos días celebrado a principios de esta semana, el hombre 2, que se identifica como heterosexual, le dijo al jurado que se despertó en el asiento trasero del coche y se encontró al primero haciéndole una felación, según Christchurch Court News.

El hombre 1 negó las acusaciones de violación sexual. Alegó que el hetero le había pedido sexo oral, pero que a los cinco minutos de haber comenzado, cambió de opinión.

El segundo asegura que no es gay, y para demostrarlo, llevó a su novia al juzgado, quien permaneció en la sala mientras escuchaba los testimonios.

El jurado escuchó el testimonio de que el hombre 2 cuenta con un historial de pérdidas de memoria cuando bebía en exceso. Esa noche había consumido entre 12 y 14 bebidas alcohólicas en un “party bus” desde las cinco de la tarde hasta la medianoche. Luego quedó con el hombre 1, que le ofreció llevarlo a casa después de le negaran la entrada al casino.

Durante su testimonio, el hetero quiso destacar que además de que no recuerda haber dado su consentimiento para la mamada, ni haber enviado dos mensajes que aparecieron en su móvil a la hora del acto sexual, ni haber fumado marihuana como mostraron los resultados de la analítica que le realizaron al día siguiente.

“En ocasiones el alcohol lleva a la gente a hacer cosas de las que luego se arrepiente, como hacer comentarios sin tacto o aceptar mamadas de extraños en el asiento trasero de un coche”, dijo al jurado Tony Greig, abogado del denunciado.

El perito judicial Erik Monasterio dijo que parece que el hombre 2 había experimentado “amnesia inducida por el alcohol”. Testificó que según su estimación profesional, le podrían haber pedido sexo oral durante su pérdida de memoria, haberse dormido mientras se lo hacían, y despertarse cinco minutos después sin acordarse de lo que había pedido.

Tras una deliberación de 45 minutos, el jurado sentenció que el hombre 2 podría haber dado su consentimiento para la mamada, y no acordarse debido al exceso de alcohol, por lo que el 1 fue declarado inocente y libre de cargos.