El pintor gay Francis Bacon, cuya obra se caracteriza por la deformación pictórica, sigue haciendo historio aún después de haber fallecido hace 22 años en Madrid. Y es que este lunes se vendió uno de sus cuadros por 33.4 millones de euros (26,7 millones de libras) en Londres. En concreto se trataba de un tríptico en pequeño formato de su amante George Dyer subastado por la empresa Sotheby's.

Dyer fue relación homosexual más duradera, y tormentosa, ya que este se acabó suicidando con barbitúricos en 1971. Se conocieron mientras Dyer entró a robar en el taller de Bacon y, según contó el mismo pintor, esa misma noche se acostaron. Esta relación le inspiró para varias obras.

Estas obras, criticadas incluso por Margaret Thatcher que las consideraba “asquerosos trozos de carne”, fueron las subastadas este lunes. En concreto, la obra vendida de 1967 de Bacon es uno de 40 trípticos pintados por el artista en ese tamaño de 11 por 14 pulgadas.

Una vida difícil.

La infancia de Francis Bacon no fue fácil. Padecía de asma crónica y tuvo una formación escolar irregular porque la enfermedad le impedía acudir al colegio; cuando sufría ataques asmáticos fuertes le administraban morfina. Fue expulsado de casa por su padre cuando tenía 16 años, al manifestar sus inclinaciones homosexuales.

Peter Lacy fue su primer gran amor, después de ocho años de relación, se mudó a Tanger donde se suicidó con drogas y alcohol. Después de conocer en 1964 a Dyer, tres años después inició su relación más estable, con el joven John Edwards, quien heredaría sus bienes (valorados en 11 millones de libras).